Desde que soy pequeña recuerdo ver a mis papás siempre pensando en brindarles un plato de comida a los vigilantes, por ende este reto no fue algo nuevo para mí, o algo que hubiese considerado CAS, pues siempre se ha presentado en mi vida como algo común. Este día mi papá hizo arepas en el desayuno, de las cuales 5 fueron llevadas a la portería para brindárselas a los celadores.
REFLEXIÓN
Me gustó que este haya sido uno de los retos a desarrollar, pues siento que es una labor bastante fácil que aporta muchísimo a las personas hacia las que va dirigida, muchas veces la gratitud se trata de entender lo que hacen las otras personas por uno y creo que hacer algo como brindarle un plato de comida a las personas que viven velando por nuestra seguridad es una gran muestra de gratitud y algo que definitivamente emplearé siempre en mi vida, tal y como se me ha inculcado.
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